diciembre 20, 2024
Ciberfobia

Ciberfobia

¿Qué es la ciberfobia?

La ciberfobia es un miedo extremo a los ordenadores o a usos específicos, como ciertos programas, sitios web o aplicaciones. Esta respuesta ansiosa también puede estar relacionada con el miedo al uso de teléfonos inteligentes e Internet. En su punto más extremo, las personas pueden evitar activamente los lugares donde hay ordenadores, como el trabajo, la escuela, las tiendas o las consultas médicas. La ciberfobia es similar a otras fobias, que tienen características comunes con muchos trastornos de ansiedad.

Síntomas de la ciberfobia

Los síntomas pueden ser tanto físicos como psicológicos. Pueden empeorar con el tiempo o permanecer estables. La prevalencia puede permanecer nivelada, ya que nuestra generación más joven siempre estará expuesta a la tecnología más reciente desde su nacimiento. Por el contrario, las generaciones mayores se arraigarán a sus medios familiares de acceso cibernético. La exposición a los ordenadores puede provocar muchos síntomas, pero estos varían de un individuo a otro.

Los síntomas pueden incluir:

  • Evasión de la tecnología
  • Escalofríos
  • Mareos y aturdimiento
  • Sudoración
  • Palpitaciones del corazón
  • Náuseas
  • Dificultad para respirar
  • Malestar estomacal
  • Sacudidas o temblores
Ciberfobia

Posibles causas de la ciberfobia

Una predisposición genética a la ansiedad puede predisponer a una persona a la ciberfobia, al igual que una historia personal de acontecimientos traumáticos con la tecnología y factores ambientales relacionados con una exposición «cibernética» adversa. Por ejemplo, alguien puede haber cometido un error y haber comentado públicamente en las redes sociales cuando pretendía enviar un mensaje a un amigo o puede haber comprado accidentalmente algo que no quería comprar. Estas cosas pueden desencadenar el miedo a cometer otro error.

La exposición a la tecnología ha aumentado últimamente debido al crecimiento explosivo de la IA (inteligencia artificial), lo que ha provocado el miedo al cambio, al fracaso y a lo desconocido en muchas personas.

El riesgo de desarrollar esta afección aumenta para quienes experimentan:

  • Depresión
  • Trastorno de ansiedad generalizada
  • Delirios
  • Esquizofrenia
  • Trastorno obsesivo-compulsivo
  • Otras fobias
  • Trastornos de pánico

Los factores ambientales que podrían desarrollar ciberfobia en alguien incluyen

Escenarios catastróficos

Algunas personas con ciberfobia crean y alimentan escenarios del día del juicio final. Esta amenaza potencial para la existencia humana se puso de manifiesto en torno al movimiento del efecto 2000, cuando la sociedad hizo la transición de los años 1900 a los 2000. Había una tremenda ansiedad sobre cómo podría acabar el mundo una vez que el reloj diera la medianoche en la víspera de Año Nuevo de 1999. Algunas personas se lanzan al peor resultado posible, lo que puede haber llevado a algunos a temer que la tecnología sea lo que nos lleve a la desaparición. Tanto es así que no quieren depender de ella.

Factores sociales y culturales

Muchos factores que contribuyen a la ciberfobia provienen de nuestras creencias y de las de otras sociedades. Podemos suponer que la ciberfobia puede afectar menos a los jóvenes que a los individuos de más edad con menos experiencia y comodidad con la tecnología.

Nuestra cultura espera que seamos conocedores de la tecnología y que tengamos al menos un mínimo de conocimientos informáticos y que haya algo malo en los que no lo hacen. La optimización ha llevado a que la mayoría de los puestos de trabajo requieran competencia con la tecnología informática. Este nuevo estándar puede hacer que algunos se sientan perjudicados por la tecnología, temiendo el cambio potencial de no poder participar en la sociedad sin la tecnología.

Trastornos comórbidos

Las personas con síntomas o diagnósticos previos de otros trastornos mentales pueden ser más propensas a padecer ciberfobia. Los antecedentes familiares también pueden influir en su desarrollo. Las personas con trastorno de pánico, trastorno de ansiedad generalizada y otras fobias serán más propensas a enfrentarse a miedos específicos en torno al uso o incluso a la exposición a los ordenadores.

Las afecciones comórbidas más comunes que pueden alimentar la ciberfobia pueden ser:

  • Trastorno obsesivo-compulsivo: El TOC está relacionado con patrones de pensamiento que se basan en el miedo y el deseo de lo que se considera familiar y seguro.
  • Trastornos de ansiedad: Tener un trastorno de ansiedad aumenta la probabilidad de tener ansiedad en otras áreas.
  • Depresión: Cuando las personas están deprimidas, su pensamiento puede ser más negativo, pesimista y temeroso.
  • Trastorno de pánico: Con el trastorno de pánico, las personas tienden a tener picos de miedo, en los que muchas cosas se sienten ominosas, aterradoras y abrumadoras.

¿Qué desencadena la ciberfobia?

Hay muchos desencadenantes posibles de esta fobia. Cuando alguien tiene que utilizar un ordenador de una forma con la que no está familiarizado, puede sentir un miedo extremo. Esta respuesta de miedo puede producirse solo por pensar en estar cerca de un ordenador. La ciberfobia puede llevar a las personas a temer el uso de Internet y a sentirse vulnerables y temerosas sobre la privacidad y la seguridad.3 Cualquier tipo de tecnología puede convertirse en un desencadenante, y la fobia se extiende a los smartphones, los teléfonos móviles, las tabletas y los lectores electrónicos.

¿Cómo se diagnostica la ciberfobia?

La ciberfobia puede ser diagnosticada por un profesional médico o de la salud mental. Cualquier clínico con experiencia en el diagnóstico de fobias y ansiedad puede ayudar a determinar si este diagnóstico encaja.3 Puede ser útil reunirse con el individuo y un miembro de la familia para ayudarles a obtener una imagen clara de sus síntomas, junto con la duración y la magnitud del impacto de esos síntomas. Los especialistas en diagnóstico pueden entonces utilizar esta información para realizar una evaluación precisa que no se limite a presentar pruebas.

Pronóstico de la ciberfobia

Es natural que las personas con ciberfobia se pregunten sobre su pronóstico. ¿Mejorarán? ¿Empeorarán? ¿Cómo controlarán sus síntomas? La buena noticia es que hay esperanza. El tratamiento funciona. La terapia es eficaz y los medicamentos pueden aliviar los síntomas. Sin duda, las personas pueden desarrollar herramientas y habilidades de afrontamiento sólidas para tener una mejor calidad de vida. Si bien es un reto, ciertamente está lejos de ser desesperante.

Tratamiento de la ciberfobia

Hay esperanza para los que tienen ciberfobia con tratamientos eficaces que están disponibles y son accesibles. La terapia es el tratamiento más eficaz para las fobias, y la medicación también es un tratamiento útil para muchos. Una combinación de medicación y terapia puede ser un enfoque poderoso. Incluir a la pareja o a otro miembro de la familia en la terapia puede mejorar los resultados del tratamiento. El tratamiento puede cambiar la vida de una persona con ciberfobia cuya vida se ha visto afectada negativamente por sus miedos.

Terapia

Como primera línea de tratamiento, se ha comprobado que la psicoterapia aporta los resultados más eficaces en la recuperación de las personas con fobias debilitantes. Si se pregunta si necesita terapia, el mejor momento para buscar ayuda profesional es el primer signo de síntomas. Si alguien se pregunta cuándo es el momento adecuado para el tratamiento, el momento adecuado es ahora para asegurar que los síntomas no empeoren. Los beneficios de la terapia incluyen la convivencia pacífica con la tecnología y la superación de lo que puede ser un miedo paralizante. Encuentre el terapeuta adecuado que tenga experiencia en el tratamiento de fobias. Un directorio de terapeutas en línea le ayudará a localizar un terapeuta en línea o en persona.

Las opciones de terapia para tratar la ciberfobia incluyen

  • La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un modelo que ayuda a las personas a modificar sus patrones de pensamiento poco útiles y a cambiarlos por formas más productivas de pensar y comportarse. Cuando se trata con la TCC, se practica la alteración de esos pensamientos inútiles sobre la tecnología en nuevas ideas que son precisas, verdaderas y útiles.
  • La terapia de exposición es una herramienta de la TCC que ayuda a las personas a exponerse a sus desencadenantes, haciéndolas menos reactivas. La terapia de exposición permite exponerse gradualmente a la tecnología mientras se desarrolla una respuesta más calmada de forma progresiva.
  • La desensibilización sistemática es una forma de terapia de exposición que ayuda a las personas a aumentar gradual y lentamente su comodidad con el pensamiento temido (los ordenadores dan miedo) mientras se mantienen relajadas y menos reactivas. Se trata de un enfoque estructurado que lleva a las personas a superar sus miedos de forma gradual y ordenada.
  • La terapia de exposición a la realidad virtual utiliza la tecnología (irónico, pero funciona) para exponer a las personas a sus situaciones o pensamientos temidos. Este enfoque utiliza el poder de la distracción para alejar la atención del miedo y la ansiedad y dirigirla a calmar el cuerpo y el espíritu de nuevas maneras.
  • La terapia de aceptación y compromiso (ACT) es otra forma de TCC, y se centra en el uso de la atención plena y las estrategias conductuales para ayudar a reducir los síntomas. Estas herramientas de atención plena permiten a las personas permanecer más tranquilas y relajadas, lo que facilita la aceptación de los pensamientos sobre la tecnología para ayudarles a sanar.
  • La terapia dialéctica conductual (TDC) entrena a las personas en habilidades específicas que pueden aumentar su capacidad de tolerar la angustia y crear estrategias de resolución de problemas. Sabemos que la aplicación de nuevas herramientas puede llevar a las personas hacia respuestas menos temerosas de manera poderosa. Estos enfoques ayudarán en muchas áreas de la vida, no sólo en el miedo a los ordenadores.

Medicación 

La medicación para la ansiedad puede ayudar a las personas a enfrentarse a ella si se diagnostica que la ciberfobia forma parte de un trastorno de ansiedad. Un proveedor de servicios médicos puede discutir qué prescripción podría ser la mejor para probar primero. Muchos empiezan por acudir a su médico de cabecera, que puede proporcionarles una receta o remitirles a un prescriptor psiquiátrico.

Cómo afrontar la ciberfobia

Cada vez es más difícil evitar la tecnología en nuestra era digital. La mayoría de las personas interactúan con la tecnología y los ordenadores todos los días. Casi todas las empresas y organizaciones dependen de los ordenadores. La frustración de las personas con esta fobia aumenta cada día a medida que el mundo abraza la tecnología con más pasión de la que ya lo hace.4

Hay muchas formas de enfrentarse a la ciberfobia, como por ejemplo

Ciberfobia

Tomar una clase

Asistir a clases puede proporcionar formas concretas de ganar confianza y desarrollar habilidades esenciales y comodidad con los ordenadores. Algunas personas pueden necesitar una forma de TCC para ayudarles a ser capaces de pensar, inscribirse y asistir a una clase de informática. Dados sus elevados niveles de miedo y evitación, muchas personas dudan en considerar seriamente esta opción antes de recibir una terapia de apoyo.

Establecer objetivos

El establecimiento de objetivos puede motivar a las personas a superar parte de su miedo y buscar un tratamiento adecuado y oportuno. Un primer objetivo crítico sería explorar qué terapeutas tienen las habilidades necesarias para ayudar con este problema. Otro objetivo podría ser hablar de ello con un proveedor de servicios médicos. Incluso los pequeños objetivos son un buen punto de partida.

Practicar el autocuidado

¿Por qué es importante? Porque sin prácticas saludables de autocuidado, las personas pueden caer en la desesperación y en el empeoramiento de la ansiedad. Estas son condiciones serias que requieren energía y pensamiento claro para superarlas. El autocuidado es la base para mantener la energía y el optimismo para superar la ciberfobia.

Algunas formas útiles de practicar el autocuidado son:

  • Escribir un diario
  • Hacer ejercicio
  • Meditación
  • Pasar tiempo en la naturaleza
  • Reforzar los vínculos sociales
  • Mantener la salud y el bienestar

Reflexiones finales

La ciberfobia es un trastorno real y potencialmente debilitante que puede llevar a la angustia a quienes viven con ella. Las causas pueden incluir la genética, la historia personal y las experiencias traumáticas con afecciones concurrentes, como la depresión, la ansiedad y el trastorno obsesivo-compulsivo. Lo más importante es recordar que la ciberfobia es tratable y que las personas pueden mejorar. Con el tratamiento adecuado, las personas pueden avanzar con mayor comodidad, respuestas más tranquilas a la tecnología y reducción del miedo a Internet.