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La ideofobia es un miedo irracional a las ideas. Las personas que la padecen tienden a preocuparse cuando piensan en ideas. Una idea es en sí misma un pensamiento.
Una buena idea se convierte en una gran idea cuando la expresas. Son las raíces de la creación.
Pero una persona que sufra ideofobia experimentará un ataque de pánico en toda regla cuando piense en ideas, es decir, cuando se encuentre en una situación que requiera la confluencia de ideas o pensamientos innovadores.
Las ideas son importantes para hacer cosas nuevas, para avanzar. Pero si son las mismas cosas las que le causan a uno ansiedad, entonces su progreso se verá empañado.
Si el que sufre de ideofobia es un estudiante, entonces sus estudios se verán afectados, porque en la educación siempre se fomentan las ideas.
Si el estudiante no puede contribuir debido a este miedo y ansiedad, no puede tener éxito o incluso participar.
Es lo mismo que experimenta un ideófobo en su lugar de trabajo. Hoy en día, los equipos realizan una lluvia de ideas para avanzar, y los que participan son siempre muy apreciados.
Pero cuando una persona que sufre de ideofobia no puede compartir ninguna idea porque se pone extremadamente ansiosa con sólo pensar en ellas.
La ideofobia es un miedo intenso a las ideas y a pensar en ellas, estar cerca de personas que las comparten es una amenaza para la persona que sufre esta fobia.
Síntomas de la ideofobia
Diferentes personas tienen diferentes síntomas de la misma fobia, con diferentes grados de severidad.
Hay dos tipos de síntomas: síntomas físicos y síntomas psicológicos.
Los síntomas físicos son aquellos que implican cambios en las sensaciones corporales y que son percibidos físicamente por el enfermo. Ejemplos de ello son:
- palpitaciones (taquicardia)
- dolores de cabeza
- sofocos o escalofríos
- zumbidos en los oídos
- sudoración y escalofríos
- boca seca
- hipertensión
- náuseas
- vértigo
- sensación de desmayo
Los síntomas psicológicos son los que afectan a la mente y se manifiestan en el comportamiento de la persona.
Algunos ejemplos son:
- sentimientos de temor cuando las ideas se congregan en el lugar de trabajo o en la institución educativa
- miedo a perder el control
- Miedo a autolesionarse
- Miedo a la enfermedad
- sentimiento de impotencia
- confusión
- ira
- irritabilidad
- cambios de humor
- Sentimientos de vergüenza
- Falta de concentración
- Sentirse desconectado
Causas de la ideofobia
La ideofobia puede ser causada por los siguientes factores:
Predisposición genética
Todo el mundo tiene una disposición genética a padecer una enfermedad o dolencia mental. Esta predisposición está en nuestro ADN y se transmite de generación en generación.
Si los antepasados de una persona sufrieron trastornos de ansiedad, fobias, enfermedades mentales o incluso ideofobia es más probable que padezca los mismos o alguno de ellos.
Las fobias son hereditarias y, en la mayoría de los casos, se dan en familias. Su intensidad puede variar de una persona a otra, de un familiar a otro.
Causa biológica
Las hormonas desempeñan un papel importante en el desarrollo de los trastornos de ansiedad, especialmente las fobias.
Las hormonas tirotropas (TSH) están directamente relacionadas con la etiología de los problemas de ansiedad emergentes.
Los síntomas que sugieren una disfunción tiroidea incluyen:
- Cambios en el ciclo menstrual
- Comportamiento irritable
- Irritabilidad
- Pérdida o aumento de peso
Los niveles bajos de testosterona (la hormona masculina) también pueden provocar ansiedad.
La serotonina también se conoce como la sustancia química de la felicidad, y el agotamiento de esta hormona también puede causar diversos niveles de ansiedad.
La dopamina, un neurotransmisor químico o «para sentirse bien», interviene en la creación de la felicidad y el estado de ánimo elevado.
Cuando los niveles de dopamina bajan, la ansiedad y el miedo se convierten en una fuerza común.
La liberación de adrenalina es otro factor biológico que desencadena la respuesta de «correr o luchar». Esta reacción se desencadena cuando el cerebro sufre una amenaza.
Esta amenaza puede ser desencadenada por un estímulo que provoca ansiedad. Este estímulo es el mismo que desencadena la fobia al miedo.
En el caso de la ideofobia, este estímulo serían las ideas.
Causa del comportamiento
Los niños aprenden comportamientos y actitudes de las personas que les rodean.
Estas personas pueden ser sus padres, hermanos, miembros de la familia extensa como tíos o tías, abuelos o cualquier otra persona significativa a la que estén unidos.
En el caso de la ideofobia, se suele constatar que si un miembro de la familia o del grupo de iguales tiene aversión a la cultura griega o ni siquiera es sano desde el punto de vista académico, tenderá a desarrollar este miedo, la ideofobia, en sus hijos.
Como ocurre con la mayoría de las fobias y ansiedades, no existe un consenso claro sobre las causas de la ideofobia.
La explicación más común es un episodio traumático en la infancia en el que el niño puede haber sido reprendido por un profesor o por sus padres, lo que lleva al desarrollo de la ideofobia.
Una persona disléxica o con graves dificultades de aprendizaje también puede desarrollar ideofobia.
Compartir ideas es un problema para estos niños o personas porque a veces también afecta a su razonamiento.
La dislexia es una condición de aprendizaje en la que la parte del cerebro responsable de decodificar el lenguaje se retrasa.
Puede tratarse con terapia, pero la afección crea enormes problemas a la persona que la padece.
Las personas también pueden tener miedo a perder el control porque es algo que no está en sus manos y no está bajo su control, por muy fuerte que sea la persona.
Así, mientras sufre los síntomas de la ideofobia, se siente completamente indefenso, lo que agrava su ya elevada ansiedad.
Tratamiento de la ideofobia
La ideofobia puede tratarse con diferentes terapias.
Entre ellas se encuentran la terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia de exposición, el programa neurolingüístico (PNL), la reducción del estrés basada en la atención plena (MBSR) y formas de meditación.
Desensibilización sistemática
Se trata de una de las terapias más utilizadas en el tratamiento de las fobias, y una forma eficaz de desensibilizar a la persona con una fobia.
En esta terapia, el cliente con la fobia se expone al estímulo gradualmente, con diferentes grados de severidad y diferentes duraciones.
El grado de gravedad es jerárquico, de menor a mayor. Cada vez la «exposición» al estímulo peligroso aumenta.
En la ideofobia, el cliente se expone primero a imágenes. Para inducir el miedo en la terapia, hay que exponer al cliente a un estímulo intenso (que se teme).
El objetivo de la desensibilización sistemática es eliminar el «estímulo peligroso» y sustituirlo por una «respuesta de relajación».
Inicialmente se enseña al cliente una técnica de relajación que incluye la respiración profunda.
A continuación, se pide al cliente que presente una lista con una representación jerárquica de sus miedos, empezando por la situación que le causa menos miedo y terminando con la situación que le causa más miedo.
El terapeuta guía al cliente a través de estas situaciones utilizando dos métodos:
- In vitro – cuando se obliga a imaginar el estímulo que provoca el miedo
- In vivo – cuando el cliente visita el lugar que se teme en la realidad
La exposición al estímulo fóbico varía en duración, con el cliente aplicando técnicas de relajación y pudiendo volver a la situación anterior, no amenazante, en cualquier momento.
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
Cuando las fobias empiezan a obstaculizar las actividades diarias de la persona, la terapia se hace inevitable.
La terapia cognitivo-conductual es uno de esos enfoques que muestra la conexión entre los pensamientos, las creencias, los sentimientos y el comportamiento.
Cambia la forma en que se identifican y sustituyen los pensamientos y emociones destructivos que tienen un impacto negativo en el comportamiento.
En la TCC, el terapeuta ayuda al cliente a cambiar sus pensamientos para conseguir el comportamiento deseado.
Esta terapia es eficaz porque si se cambian los pensamientos o las cogniciones, tendrá un efecto duradero en el comportamiento.
Ayuda a la persona a cambiar su forma de pensar.
El terapeuta ayuda al cliente a descubrir la razón de este pensamiento y el comportamiento subsiguiente. Esta terapia está orientada a objetivos y es de corta duración. Así, los resultados se ven a corto plazo.
Cambia la forma de pensar y de sentir de una persona. La CPT no se centra en examinar el pasado para resolver los problemas actuales, sino que se concentra en la situación actual.
Nuestros pensamientos determinan cómo actuamos o reaccionamos ante determinados estímulos y situaciones.
Así, los pensamientos negativos provocan reacciones conductuales negativas o comportamientos indeseables.
Mientras que los pensamientos positivos promueven actitudes y reacciones deseables y saludables.