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Los perros han sido un amigo de confianza, un ayudante indispensable y, para algunas personas, un miembro de la familia durante generaciones. Aunque son muy adiestradles, siempre hay que tener cuidado con su naturaleza agresiva y, especialmente en el caso de los perros callejeros, tener cierta precaución. El comportamiento cauteloso y la excitación al ver a un perro desconocido es una reacción sana y natural. Pero para algunas personas el miedo a los perros llega a ser tan intenso y frecuente que no sólo se manifiesta cuando los perros suponen una amenaza real, sino que se convierte en un trastorno de ansiedad-fobia.
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Hablamos de la cinofobia (del griego κυν — perro y φόβος — miedo), un miedo irracional, incomprensible e incontrolable, en el que los perros son el objeto. En la práctica psiquiátrica, se considera que la fobia al cine es una ansiedad patológica inherente: la adactofobia, el miedo a ser mordido, y la slabiofobia, el miedo a contraer la rabia.
Según la OMS, la fobia al cine es un trastorno bastante común, que se da entre el 1,5% y el 3,5% de la población general. El miedo a los perros se da principalmente en personas jóvenes (menores de 30 años). Los casos que requieren seguimiento y tratamiento médico representan el 10% del total.
Por regla general, la fobia al cine se produce en presencia de otro trastorno psiquiátrico. Se encuentra en la esquizofrenia, a menudo combinada con construcciones hipocondríacas, senestopatías. El miedo patológico en los perros se observa en la depresión, en los trastornos neuróticos resultantes del estrés a largo plazo.
Los psiquiatras distinguen entre el verdadero trastorno de ansiedad-fobia y la pseudofobia. Este último trastorno suele observarse en sádicos latentes o clínicos (perversionistas psicópatas) que, imitando la fobia al cine, intentan justificar y explicar a los demás sus tendencias animales. La fobia al cine tampoco incluye los prejuicios contra los perros en algunos grupos religiosos (por ejemplo, en el Islam se les clasifica como animales «impuros»). Sin embargo, en algunas culturas étnicas, la fobia al cine está mal vista y se considera una violación de las normas morales.
La fobia clínica al cine suele ser pasiva y no ir acompañada de agresividad hacia los animales, y sólo en las formas graves se manifiesta en una variedad de estados patológicos (por ejemplo, histeroide). Los individuos pseudofóbicos tienden a ser agresivos no sólo con los perros, sino también con sus dueños e incluso con individuos que no comparten un prejuicio negativo contra estos animales. En la práctica, es difícil establecer si los síntomas son de pseudofobia o de psicosis obsesiva-compulsiva o reactiva.
¿Cómo saber si tienes cinofobia?
El diagnóstico fiable de la cinofobia clínica se realiza cuando se cumplen todos los criterios:
- Las manifestaciones psicológicas y físicas del miedo patológico son primarias y no secundarias a otros síntomas: pensamientos intrusivos o delirios;
- La ansiedad se limita a objetos específicos (perros) y a situaciones asociadas a ellos;
- el paciente muestra un comportamiento de evitación;
- ausencia de otros trastornos psicopatológicos.
La cinofobia clínica al cine se clasifica como una fobia social (F40.3), ya que este trastorno suele provocar un comportamiento antisocial y conduce a cambios involuntarios en el estilo de vida, en particular alteraciones en el funcionamiento social. En el curso negativo del trastorno, la creencia del individuo en el peligro de los perros puede alcanzar la intensidad del delirio, y el estado del paciente se clasifica como un trastorno delirante (código F22).
Manifestación de la cinofobia
El miedo a los perros suele desarrollarse en la infancia o la adolescencia y, sin tratamiento, puede durar toda la vida.
No tiene nada que ver con los perros.
A diferencia de otros trastornos de ansiedad-fobia, la cinefobia rara vez se desarrolla por razones objetivas. Anteriormente, se pensaba que una de las causas era una experiencia aterradora en la infancia, ya sea por haber sido mordido o por la agresión mostrada por un perro. Esto se descartó posteriormente porque el miedo patológico a los perros suele estar ausente en las personas que han sido mordidas, incluso repetidamente, por estos animales. Después del acontecimiento estresante, estas personas pueden tener un miedo duradero a los perros grandes y agresivos. Pero nunca tendrán miedo de los animales pequeños ni de los cachorros, y mucho menos de las imágenes de perros. Un portador de fobia al cine experimenta un ataque de pánico no sólo al ver perros de todas las razas sin excepción, sino también a sus fotografías, apariciones en secuencias cinematográficas y, a menudo, cuando los oye ladrar. A medida que el trastorno se desarrolla, la persona con fobia a las películas puede llegar a tener miedo y temor a animales que en realidad no podrían hacer daño, como un perro encadenado y con bozal, o un cachorro que está encerrado en el piso del vecino.
Se han dado casos aislados en los que una persona con cinofobia ha mostrado ataques de pánico al ver un pequeño perro de peluche.
Probables causas de la formación de fobias
La fobia a la ansiedad se debe principalmente a la predisposición genética, el llamado gen del miedo. La segunda causa más común es una «tradición» familiar de miedo y evitación de los perros, que el niño hereda de sus padres a una edad temprana.
La fobia también puede deberse a rasgos de personalidad específicos basados en un complejo de inferioridad. Se trata de individuos que subconscientemente perciben su inferioridad en comparación con los demás y que atribuyen a su propia percepción una incapacidad para exhibir cualidades morales como: lealtad, fidelidad, amor verdadero, coraje y valentía.
Síntomas de la fobia al cine
Ansiedad en la cinofobia al cine: persistente, intensa y no premeditada, no basada en situaciones específicas. El individuo siente una «amenaza inminente», tensión interna y ansiedad. Los trastornos del insomnio son frecuentes: dificultad para conciliar el sueño, sueño intermitente, sueños aterradores, despertares repentinos por la noche, acompañados de un aumento del miedo.
Los pacientes con trastornos de ansiedad-fobia suelen estar pálidos e inquietos. Tienden a cambiar de postura constantemente y a «correr en el sitio». Muestran signos de malestar corporal:
- tensión muscular,
- sudoración excesiva,
- una sensación palpitante,
- temblor interno,
- opresión en el pecho,
- dolor en la zona del corazón,
- taquicardia, arritmia,
- sequedad de boca,
- Rápidas ganas de orinar.
Los signos subsindrómicos de la fobia al cine incluyen:
- nerviosismo constante,
- la cautela,
- preocupación y fijación en cosas sin importancia,
- irritabilidad,
- un deseo de autocontrol constante,
- análisis obsesivo del pasado,
- recelos y temores de desgracias inminentes.
Una crisis de ataques de pánico también puede producirse de forma espontánea y agravarse rápidamente. En este estado, el paciente tiene una sensación de «catástrofe» corporal inminente, un miedo vital a la muerte, que se acompaña de síntomas vegetativos pronunciados. Los ataques de pánico manifiestos alcanzan su punto álgido y pueden incluir síntomas de despersonalización autopsíquica, alopsíquica y somatopsíquica: el paciente pierde el sentido de sí mismo«» una percepción poco clara o irreal del entorno, una sensación de «ingravidez» del cuerpo.
Además de los ataques de pánico espontáneos, se presentan ataques situacionales (pánico alexitímico) similares a la crisis vegetativa (síndrome d’Acosta).
A menudo, el cinófobo experimenta síntomas de ansiedad con sólo pensar en los perros. La persona experimenta:
- ritmo cardíaco anormal;
- dificultad para respirar;
- aumento de la sudoración, temblores;
- mareos; dolor de cabeza por aprisionamiento;
- náuseas;
- ira inexplicable, rabia;
- aumento de la ansiedad;
- una sensación de pérdida de conexión con la realidad;
- incapacidad para articular pensamientos; .
¿Como superar la cinofobia?
Valiente es el que conoce el miedo, pero lo supera el que ve el abismo, pero se asoma a él con orgullo. (F. Nietzsche).
La psicoterapia es un tratamiento eficaz cuando existe un motivo real: morder o asustar en la infancia. Los psicólogos y psicoterapeutas han desarrollado técnicas efectivas sobre cómo deshacerse del miedo a los perros.
Las preguntas más frecuentes sobre Cinofobia
Cinofobia (del griego κυν — perro y φόβος — miedo), un miedo irracional, incomprensible e incontrolable, en el que los perros son el objeto. En la práctica psiquiátrica, se considera que la fobia al cine es una ansiedad patológica inherente: la adactofobia, el miedo a ser mordido, y la slabiofobia, el miedo a contraer la rabia.
La fobia a la ansiedad se debe principalmente a la predisposición genética, el llamado gen del miedo.
La segunda causa más común es una «tradición» familiar de miedo y evitación de los perros, que el niño hereda de sus padres a una edad temprana.
La fobia también puede deberse a rasgos de personalidad específicos basados en un complejo de inferioridad.
La psicoterapia es un tratamiento eficaz cuando existe un motivo real: morder o asustar en la infancia. Los psicólogos y psicoterapeutas han desarrollado técnicas efectivas sobre cómo deshacerse del miedo a los perros.