La gerontofobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo anormal, irracional e intenso a las personas mayores o a la propia vejez.
Las razones de este trastorno varían:
- La falta de voluntad para parecer feo;
- Miedo a convertirse en una «carga»;
- Miedo a estar solo, a no ser querido;
- Miedo al cambio, al cambio de estatus social.
Todos ellos pueden haberse formado durante la infancia. Por ejemplo, es posible que hayas visto a una persona mayor desamparada o que hayas oído una historia sobre una persona mayor que está sola. La percepción de la vejez está influida por las conversaciones sociales, por las propias experiencias y por el visionado de programas de televisión y películas.
Manifestación de angustia
Muchas personas reflexionan sobre lo que les espera en la vejez. Cada persona tiene una actitud diferente hacia este periodo de la vida, pero a veces la gente ni siquiera puede admitir que tiene miedo a la vejez. La gente intenta posponer la vejez rejuveneciendo su cuerpo de forma artificial, a veces incluso con la ayuda de la cirugía plástica. El miedo se expresa en pensamientos intrusivos y perturbadores. Escuche cómo una persona habla de la vejez; los aspectos positivos o negativos del fenómeno por los que se inclina más.
Los síntomas de la gerontofobia pueden adoptar la forma de ataques de pánico, que se caracterizan por signos como
- sudoración excesiva
- presión arterial baja
- falta de aliento
- Inquietud general
- Incapacidad para pensar o hablar con claridad
Con la gerontofobia, las personas pueden aislarse del resto de la sociedad en un intento de evitar a las personas mayores.
Tratamiento de Gerontofobia
Existen varios tipos de tratamiento para los interesados en superar su miedo a la vejez. Estos métodos pueden utilizarse por sí solos, pero es aconsejable acudir a un especialista para que prescriba el tratamiento adecuado. Tenga en cuenta que cada persona se ve afectada de forma diferente por los distintos métodos.
Técnicas de respiración. Si el miedo es moderado, utiliza ejercicios de respiración calmante en una situación de estrés.
La desensibilización sistemática implica tres pasos. La primera es relajarse y descansar. El segundo paso es darse cuenta y comprender a qué se tiene miedo. Desgraciadamente, no todo el mundo consigue descubrirlo por sí mismo. Entonces comienza una introducción gradual a la fuente del miedo. Por ejemplo, puede sugerir que se mire una foto de una persona mayor y que luego se mire y se hable con esa persona.
Inundación. La persona se sumerge directamente en su miedo hasta que éste disminuye o desaparece. Para ello, se puede llevar a la persona a un lugar donde vivan muchos ancianos, para demostrar que no hay nada que temer. Pero, a menudo, estos cambios tan drásticos pueden llevar a una complicación de la enfermedad mental.
La mayoría de los métodos de autoayuda son eficaces para reducir el miedo a la muerte, pero no abordan las causas del trastorno. Un especialista con formación psicológica puede ayudarle a comprender las verdaderas causas y, por tanto, a elegir los tratamientos adecuados. En la psicoterapia cognitivo-conductual, las personas aprenden a cambiar sus pensamientos, el miedo a la vejez disminuye. La terapia de grupo con personas que tienen la misma fobia también puede ser útil.