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Todo el mundo experimenta una emoción bastante fuerte a lo largo de su vida: el miedo, que muy a menudo nos ayuda a sobrevivir. Pero junto a los miedos constructivos, las personas también pueden enfrentarse a miedos destructivos (o destructores): son las fobias. Las fobias más destructivas, no sólo de la psique humana, sino también del cuerpo en su conjunto, están relacionadas con la posible muerte de cualquier enfermedad, con las enfermedades del corazón a la cabeza de la lista. Este miedo patológico en la literatura científica se denomina cardiofobia o miedo a la parada cardíaca.
La cardiofobia (kardia significa corazón y phobos significa miedo) es una sensación repentina de dolor en el corazón sin que la exploración revele ninguna alteración funcional.
Las palpitaciones, el dolor o los ritmos cardíacos acelerados no se deben a ninguna disfunción del órgano en sí, sino a un estado mental alterado. Esta fobia es más frecuente en hombres jóvenes y de mediana edad y también se observa en el trastorno hipocondríaco neurótico, la depresión endógena y, a veces, la epilepsia del lóbulo temporal.
Los episodios de cardiofobia pueden durar sólo unos minutos o durar varios días. Hay casos en los que este miedo confina a una persona a la cama no sólo un par de semanas, sino incluso varios años. Las personas que temen sufrir un paro cardíaco controlan constantemente su frecuencia cardíaca (la miden incluso en el transporte público), se miden la tensión arterial con más frecuencia de lo habitual, escuchan su propia respiración y, si notan la más mínima desviación de la norma o sienten molestias en el pecho, solicitan inmediatamente ayuda médica.
Formas de cardiofobia
Existen tres formas posibles de cardiofobia, que se diferencian principalmente por sus síntomas. Estos se muestran en la siguiente tabla.
Formas de cardiofobia Síntomas Posibles causas Pseudorreumática La persona se queja de dolor en el corazón (sintomatología similar a la cardiopatía reumática), taquicardia, falta de aire frecuente y dolor en las articulaciones. Lo más importante es que las pruebas muestran un funcionamiento normal del corazón.
Angina (muy frecuente), enfermedad diagnosticada (reumatismo, cardiopatía reumática) en familiares o conocidos, ansiedad elevada. Pseudoinfarto La persona experimenta malestar, dolor de corazón y espera un infarto de miocardio, por lo que se le examina muy a menudo y a fondo (ECG, ecografía, pruebas, etc.). Toma la medicación pero no mejora. Durante los ataques, enrojecimiento de la cara y el cuello (manchas rojas), palpitaciones y respiración rápida y sudoración excesiva. Buen conocimiento de los síntomas y el curso del infarto de miocardio (enfermedad en los seres queridos con resultado fatal). Neurótico La persona es incapaz de describir sus sentimientos con exactitud (las quejas son vagas) y no puede explicar con precisión la forma del dolor y el lugar donde se produce. Una queja habitual es «algo va mal en el corazón (o en el pecho)». Exceso de trabajo, conflictos prolongados, mal humor, altos niveles de ansiedad, neurosis, ruptura.
Los principales factores de la cardiofobia
Para llevar una vida cómoda y plena, cualquier persona necesita un funcionamiento normal del corazón. Pero bajo la influencia de diversos factores y en determinadas situaciones, las personas pueden experimentar molestias o dolor en la zona del pecho. Si esta condición no se confirma médicamente, podemos hablar con seguridad de la presencia de cardiofobia. Sin embargo, para que se produzca un miedo de pánico a la parada cardíaca sin que haya un deterioro funcional real, debe haber un motivo específico.
Entre las más comunes se encuentran las siguientes:
- ansiedad, preocupación y tensión nerviosa;
- enfermedad cardíaca prolongada o grave en un conocido o familiar (especialmente si ha habido un desenlace fatal);
- una enfermedad cardíaca anterior;
- un diagnóstico erróneo por parte de un médico;
- trastornos neuróticos;
- Desconfianza y pedantería;
- Mentalmente inestable, muy susceptible a las influencias externas;
- Trastornos del sistema nervioso (por ejemplo, SII);
- estrés, conflictos prolongados, sobreesfuerzo nervioso;
- soledad prolongada, separación o muerte de un ser querido.
Síntomas de la cardiofobia
Para determinar si una persona padece cardiofobia hay que tener en cuenta los síntomas que muestran claramente la presencia de un miedo patológico a la parada cardíaca. Una persona que sufre esta fobia se caracteriza por el siguiente comportamiento:
- miedo a posibles ataques al corazón;
- le resulta difícil estar solo y desatendido (en caso de emergencia);
- Es más probable que pase las tareas cotidianas a otros;
- Se descarta el ejercicio (la gente deja de hacer deporte, deja su trabajo),
- muy a menudo también hay un trastorno en la vida personal (miedo a las relaciones sexuales);
El interés literario se limita a la literatura médica y los libros de referencia, y la lista de programas favoritos incluye todos los relacionados con la salud; se abstiene de salir a la calle y no puede permanecer solo en el interior (como consecuencia, puede sufrir agorafobia o, alternativamente, claustrofobia).
Los síntomas más destacados de la cardiofobia son:
- trastornos del sueño (la persona que sufre cardiofobia teme que el corazón se detenga durante el sueño);
- hiperexcitabilidad e irritabilidad;
- Dependencia de las vitaminas y de diversos medicamentos (en la mayoría de los casos, suplementos);
- malestar y dolor en el pecho;
- fijación en la función del corazón y la respiración;
- ansiedad inexplicable y miedo a la muerte súbita;
durante un ataque: náuseas, mareos, palpitaciones, dolor o presión en la zona del corazón, aumento de la sudoración, temblores en las extremidades y alteraciones respiratorias.
¿Cómo se cura la Cardiofobia?
Las personas que tienen miedo a las enfermedades del corazón tienen dificultades para adaptarse a la vida porque están muy centradas en sus propios sentimientos y miedos. Esto les lleva a escuchar sólo su propio cuerpo y a no prestar atención a los demás. Como resultado, pierden su trabajo, su familia y sus amigos, arruinan a sus familias y se convierten en prisioneros de su fobia, todo ello causado por la cardiofobia. ¿Cómo deshacerse de este miedo patológico? En la actualidad, existen dos opciones más comunes para hacer frente al miedo a la parada cardíaca:
La primera es la medicación bajo supervisión médica (esta opción es la más utilizada en la fase aguda);
La segunda es la psicoterapia (la opción más eficaz), que consiste en analizar los conflictos y examinar los factores que provocaron el primer ataque de pánico y aplicar técnicas especiales (puede utilizarse la terapia conductual).