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La mayoría de las personas tienen ciertos miedos y fobias. Algunas personas tienen miedo a la oscuridad o a los espacios cerrados. Sin embargo, en los últimos tiempos, mucha gente tiene miedo a los adolescentes y a los adultos jóvenes. Este tipo de miedo tiene un concepto llamado efebifobia. Su condición es que una persona teme y odia a los jóvenes, incluso siente una grave aversión hacia ellos.
Los principales síntomas
Cuando una persona tiene fobia a los adolescentes, la fobia se expresa de forma inconsciente. Hay una repentina sensación de pánico frente a un grupo de adolescentes. En algunos casos, la fobia se vuelve agresiva. La persona no puede hacer frente a su miedo a los adolescentes y desarrolla un odio hacia los jóvenes. El miedo suele surgir al ver a personas afeitadas, con barba o a un grupo regular de jóvenes. Hay síntomas que definen la presencia de la enfermedad:
- El pánico se expresa como ataques de ansiedad intensa que se desencadenan por un miedo irracional.
- Premonición de la amenaza de muerte e incapacidad para vencer la ansiedad excesiva.
- Los ataques de pánico se producen en el momento más inoportuno.
- Las palpitaciones aumentan con la aparición repentina de un grupo de jóvenes.
- Hay debilidad y temblores en todo el cuerpo. La persona es incapaz de afrontar la experiencia.
- La duración del ataque es de varios minutos. En algunos casos de pánico agresivo, puede durar hasta 30 minutos.
- Se produce insomnio y trastornos del sueño.
- La presión arterial se eleva bruscamente y el pulso late rápidamente.
- El fondo de los ojos cambia y hay una visión borrosa repentina.
- La función natural del sistema respiratorio se ve alterada.
Causas de la fobia
La fobia está causada principalmente por situaciones que hacen que la persona sea víctima o testigo de la violencia en la adolescencia. Muchas personas mayores están acostumbradas a juzgar a la juventud moderna y su moral. Sin embargo, estas personas no odian a los jóvenes. Las personas que padecen efebifobia tienen motivos personales y aversión a los adolescentes. El motivo principal es una situación negativa relacionada con la comunicación con los adolescentes.
Las personas impresionadas se vuelven temerosas de la mala conducta de los jóvenes después de que sus amigos se lo cuenten. Como resultado, la gente se deprime y se estresa. Estos sentimientos han sido inducidos por la información recibida. Uno se convence de que los jóvenes son un peligro para la sociedad.
Las enfermedades mentales crean pensamientos negativos sobre los jóvenes. Para algunas personas, este comportamiento les impide comunicarse con los demás y se convierte en un problema global para toda la sociedad.
Exacerbación de la enfermedad
Se han observado situaciones en las que el estado general del paciente empeora. Los principales síntomas de exacerbación durante la ansiedad son:
- Ritmo cardíaco rápido;
- Sudoración profusa;
- Temblores y sequedad de boca;
- Ataques de falta de aire y asfixia;
- Molestias en el pecho;
- Náuseas y molestias abdominales;
- Mareos y desmayos;
- Sensación de un mundo irreal;
- Pánico a la pérdida de autocontrol y ataques de locura;
- Miedo a la muerte inminente;
- Una ráfaga de fiebre profusa;
- Adormecimiento de las extremidades superiores e inferiores.
Métodos de diagnóstico
La mayoría de las personas tienen una predisposición a sufrir trastornos mentales graves. Estas afecciones suelen estar causadas por sucesos ocurridos en la infancia. Toda la información negativa se almacena automáticamente en la memoria de las personas. En el proceso de crecimiento, estas situaciones se desarrollaron sobre el fondo de ciertos miedos y fobias. Están lejos de la realidad y residen en el mundo incomprensible de una persona.
El miedo ficticio puede ser genético o resultado de la ansiedad habitual de los padres. Los pacientes en estas situaciones tienen que arreglárselas solos. Sin embargo, algunas personas son incapaces de afrontar la enfermedad por sí mismas. En estas situaciones, se necesita la ayuda de un psicólogo o psicoterapeuta.
En el campo de la psiquiatría, los miedos infundados se clasifican como fobias. Son una patología grave que surge de pensamientos negativos o compulsiones. Estos temores están fuera del control de una persona. Es imposible deshacerse de ellos por uno mismo. Las fobias no están consideradas médicamente como una enfermedad. Por lo general, no nos impiden vivir nuestra vida al máximo. Sin embargo, en algunos casos los temores son tan graves que la persona solo necesita ayuda cualificada.
En los casos graves, el médico aplicará exclusivamente métodos psicoterapéuticos. El diagnóstico comienza con el recuerdo del paciente de sus miedos. El especialista establecerá la causa de los ataques de pánico. En algunas situaciones, el médico aplicará la hipnosis. Este método permite bloquear los miedos a nivel psicológico y alivia a los pacientes del miedo compulsivo.
Exposición y tratamiento
Existe un método único para hacer frente a los miedos: la parada del pensamiento. Es la principal técnica de la psicoterapia. Permite eliminar los pensamientos intrusivos y la ansiedad. El paciente lo aprende fácil y rápidamente. El método comienza a funcionar eficazmente en una semana. La indicación de esta técnica son los problemas psicológicos que suelen provocar pensamientos negativos y aterradores. Deshacerse de estos pensamientos ayudará a sobrellevar estos desagradables síntomas. El cese de los pensamientos se realiza de forma regular y gradual.
El primer paso es hacer una lista de los pensamientos más perturbadores y desagradables. Cada pensamiento debe ir seguido de una pregunta sobre la sensación de ansiedad particular. Si se detecta ansiedad por un pensamiento concreto, se debe utilizar este método psicológico.
Primero elige 1 pensamiento negativo y trabaja con él durante 7 días. No es posible deshacerse de todos los pensamientos temerosos del subconsciente de una vez. Cierra los ojos e imagina la situación que ha provocado el pensamiento intrusivo. Poco a poco, detenga el pensamiento y trate de sentir un estado de ánimo positivo. El cuerpo debe sentirse calmado y aliviado.
El siguiente paso es la señal externa, que consiste en detener el tiempo durante unos minutos. Cierra los ojos e imagina un pensamiento que debe ser eliminado. Cuando el tiempo ha transcurrido, se activa mentalmente un cronómetro en la mente, momento en el que se debe decir a voz en cuello «stop». Es aconsejable atar un hilo elástico alrededor de la muñeca. Esto actuará como un cronómetro en este ejercicio. Después del ejercicio, piensa en cosas positivas. Si los pensamientos ansiosos regresan, debes volver a darte la orden de parar. Lo mejor es grabar las órdenes en una grabadora. Este comando debe activarse una vez cada 3 minutos.
El siguiente paso es aprender a controlar tus pensamientos sin una grabadora. Para ello, tendrá que decir la orden de parada con regularidad y en voz alta. Si la parada de pensamiento es efectiva, utilice un comando similar sólo con un timbre normal. Entonces es posible pasar a susurrar y decir las palabras mentalmente a nivel subconsciente. Para ser eficaz en el plano mental, hay que imaginar la propia voz interior. Incluso es necesario sentir el grito de una voz fuerte. La transición al mando mental debe hacerse sin atraer la atención de los demás.
El último paso es sustituir los pensamientos negativos por afirmaciones positivas. Estos son los que sustituyen a los pensamientos no deseados que siguen apareciendo. Al ver a los jóvenes, se puede decir que los adolescentes son individuos valiosos para la sociedad y no suponen una amenaza para los que les rodean. Hay que imaginarse estar a gusto con los jóvenes y sentirse completamente confiado. Las palabras y los pensamientos deben ser siempre imaginados. También se puede pensar en experiencias agradables de la vida en este momento y utilizar la relajación para ello.
Remedios calmantes
La valeriana normaliza el sistema nervioso y mejora la circulación sanguínea. Utilícela en forma de decocción o infusión varias veces al día. La decocción de melisa puede ayudarte a deshacerte de los miedos en casa. La hierba tiene un efecto calmante, alivia la tensión nerviosa y los calambres. El uso regular puede deshacerse del dolor, reducir el ritmo cardíaco, eliminar la falta de aliento. Puede utilizarse de cualquier forma. La artemisa puede ayudar con la tensión y los trastornos nerviosos. Contiene sustancias que reducen el ritmo cardíaco.
Pueden aumentar la tolerancia al estrés en todas las situaciones negativas y aumentar la actividad intelectual mental. El magnesio se encuentra en el chocolate, el cacao y las semillas de calabaza. El cansancio, el nerviosismo, la irritabilidad y el estrés habituales son indicativos de una carencia de magnesio.
La vitamina C es un eficaz calmante del estrés. El eleuterococo se utiliza para aliviar la fatiga mental y física, y los trastornos nerviosos graves. Es un componente vegetal que tonifica el cuerpo y mejora la agudeza mental. Sin embargo, no hay que tomar el medicamento en caso de trastornos del sueño. La frambuesa silvestre ayuda a eliminar el estrés y a reducir los trastornos nerviosos.