Por qué se produce una fobia

Cuando hablamos de fobias, nos referimos a trastornos en los que el único síntoma es el miedo a determinadas situaciones y objetos.

La confrontación con esta situación hace que la persona experimente pronunciados síntomas físicos desagradables similares a los de un ataque de pánico. Las personas que sufren fobias suelen tener una personalidad ansiosa radical, lo que significa que en principio siempre tienen un nivel elevado de ansiedad. En este caso, la persona puede tener miedo de cualquier fenómeno o incluso de un objeto que en la mayoría de los casos no supone una amenaza para ella.

La tecnofobia es una combinación de síntomas como el aumento de la ansiedad, la irritación y los niveles de agresividad que se producen al enfrentarse a las nuevas tecnologías. 

La causa principal no es el miedo a la tecnología en sí, sino la falta de deseo de dominarla.

La tecnofobia puede clasificarse como un trastorno de ansiedad como cualquier otra fobia.

En general, todas las fobias, a excepción de la agorafobia y la fobia social, son trastornos ansiógenos. Los nombres que damos a estas fobias son sólo por conveniencia, para que el profesional entienda inmediatamente a qué teme la persona. Todas estas fobias no se identifican como enfermedades independientes.

Ludetrofobia

Una forma de tecnofobia es la ludefobia. Es el miedo a los juegos virtuales.

El miedo a los juegos virtuales puede estar causado por una experiencia traumática y aterradora o por el miedo a la persona que juega. Por ejemplo, muchos padres temen que sus hijos desarrollen agresividad por jugar.

La proliferación no se identifica como una estadística separada, más bien se incluye bajo las experiencias traumáticas y la evasión del factor causal. Puede ir acompañado de ataques de pánico, agresividad o ansiedad.

Ciberfobia

La ciberfobia es un miedo a los ordenadores y a las actualizaciones que se desencadena por un recuerdo traumático.

Por ejemplo, si una persona se ha enfrentado a duras críticas, ha sido ridiculizada o ha perdido su trabajo por no poder hacer frente a un programa.

Este temor es más inherente a las personas mayores que, debido a su edad, tienen cada vez más dificultades para seguir el rápido ritmo de las actualizaciones tecnológicas.

Estas situaciones provocan estados de impotencia, desesperanza y pueden dar lugar a ataques de pánico, reacciones psicosomáticas y fobias.

Sociofobia

Los que sufren esta fobia pegan la cámara del portátil, no quieren poner una foto en su avatar y se toman el tiempo de crear una cuenta en las redes sociales.

La socionetofobia es una manía persecutoria que ha cambiado con la introducción de las nuevas tecnologías. En la raíz está el miedo a la desaprobación social. Uno tiene la sensación de que cualquier información que llega a Internet puede ser utilizada para el chantaje, el acoso.

Radiofobia

La radiofobia es el miedo a los efectos de la radiación de las antenas, las torres de telefonía móvil y los aparatos.

Normalmente, el principal enemigo de una persona con radiofobia es el horno microondas, ya que no sólo irradia los alimentos, sino también el espacio que lo rodea.

En la década de 1900, tras la invención de los rayos X, la gente se mostró muy recelosa de utilizar esta tecnología para ver el esqueleto humano. Desde el desarrollo de la tecnología 5G, la radiofobia ha recibido un nuevo e importante impulso para extenderse.

La falta de comprensión del funcionamiento de la tecnología y la desconfianza en las fuentes oficiales de información que describen su funcionamiento desempeñan un papel importante en el desarrollo de este temor.

Nomofobia

La nomofobia es el miedo a quedarse sin teléfono.

Sin un smartphone, las personas que sufren este trastorno se vuelven irritables, sin ánimo, ansiosas y a veces incluso deprimidas.

Las razones subyacentes pueden ser diferentes, como los sentimientos de vacío, abandono y soledad por no poder conectar con la comunidad o los sentimientos de impotencia al no poder realizar las actividades previstas sin acceso a un teléfono. Además, tener un teléfono reduce la ansiedad y aumenta la confianza de la persona en poder buscar ayuda o resolver un problema urgente utilizando el teléfono.

Este trastorno de ansiedad es más frecuente en el grupo de edad de 20 a 35 años.

Hoy en día, una de cada tres personas experimenta el malestar de no poder estar en contacto o estar sin teléfono. Uno de cada cinco tiene este síntoma de nomofobia.

¿Cuáles son los 5 síntomas de la nomofobia?

La nomofobia es el miedo a no tener contacto con el teléfono móvil. Es un término relativamente nuevo que fue acuñado en 2008 por una estudiante holandesa que, después de una discusión con su novio, no pudo encontrar su teléfono y se puso ansiosa por eso.

Los 5 síntomas son:

1) sentirse ansioso cuando no puede usar su teléfono móvil

2) sentirse incómodo o inquieto cuando no puede usar su teléfono móvil

3) dificultad para concentrarse en otra cosa que no sea su teléfono móvil

4) sentirse estresado cuando no puede revisar su teléfono móvil en busca de mensajes o llamadas

5) experimentar molestias físicas como dolores de cabeza, boca seca, náuseas y mareos.

¿Que la Escopofobia?

Con la llegada de las cámaras de videovigilancia, ha surgido un nuevo trastorno mental: la escopofobia.

Según los expertos, la escopofobia está relacionada con el miedo a mirar fijamente, a hablar en público o a hablar a través de enlaces de vídeo.

Es un término que se puede utilizar cuando una persona se siente constantemente incómoda con la idea de ser observada a través de cámaras. La escopofobia está estrechamente relacionada con la agorafobia, es decir, el miedo a salir.

Emojifobia

Los gadgets han abierto el mundo de las redes sociales a la gente, en el que tantas cosas parecen perfectas. Esto ha dado lugar a la emoji-fobia.

A la persona que sufre este trastorno le preocupa que su mensaje sea malinterpretado, que haya elegido el emoticono equivocado, que haya publicado un nuevo mensaje de forma inapropiada. El mero hecho de pensar en una situación así puede provocar ansiedad.

La cultura de la anulación, en la que una comunidad «expulsa» a uno de sus miembros por mala conducta o malas palabras, está cada vez más extendida.

Esto también ha llevado a la propagación de la trollfobia.

Debido a la incapacidad de transmitir la entonación y a la falta de elaboración de los comentarios, muchas personas tienden a tomar las palabras de la otra persona de forma equivocada.

Al interpretar los comentarios como insultos, uno se aísla de los demás y quiere ser invisible en Internet. Esta fobia suele tratarse en blogueros novatos que se enfrentan al miedo de posicionarse activamente en la red.

Fobofobia

Muchos recursos en línea publican noticias inquietantes, incluso sobre temas psicológicos, que pueden, en personas predispuestas, provocar otro tipo de trastorno: el miedo a sentir miedo, o fobofobia.

Las personas que padecen este trastorno se vuelven más desconfiadas y temerosas, todo ello por el riesgo percibido de entrar en una situación en la que se sentirán mal.

La fobofobia suele desarrollarse en personas que ya padecen un trastorno fóbico o de ansiedad y se manifiesta como un miedo a experimentar sensaciones desagradables.