octubre 8, 2024
Ictiofobia Miedo A Los Peces

Ictiofobia: Miedo A Los Peces

Hay un gran número de fobias en el mundo. Algunas de ellas están constantemente en boca de todo el mundo, pero hay otras de las que la mayoría de la gente nunca ha oído hablar y que sólo son conocidas por un pequeño círculo de personas que las padecen. Una de las fobias menos conocidas es la ictiofobia.

Miedo a los peces

Todo el mundo ha experimentado ansiedad y excitación en diferentes momentos de su vida. La ansiedad y el miedo son reacciones corporales naturales ante acontecimientos inusuales, que no necesariamente se convierten en problemas psicoemocionales graves. La ansiedad persistente e intensa que desafía la lógica se considera una fobia.

Una fobia es un miedo intenso, que se presenta ante una situación que la persona no puede controlar y que, por regla general, no puede explicarse lógicamente. Una persona que sufre este trastorno se sumerge en el abismo de sus miedos y no es capaz de salir de él de forma independiente. Está constantemente al borde de un ataque de nervios y rara vez se siente tranquilo y en paz.

La ictiofobia, también conocida como miedo al pescado, se caracteriza por la intolerancia de una persona no sólo al aspecto del pescado, sino también a su olor. Los que sufren este miedo no son capaces de bañarse en los ríos o en el mar porque los peces viven allí, y mucho menos de comérselos.

El ictiófobo empieza a evitar conscientemente los lugares donde puede encontrarse con peces. No tiene un acuario en casa, no va al delfinario e ignora la sección de peces en el supermercado.

Causas de la ictiofobia

La ictiofobia no es un miedo generalizado. Sin embargo, afecta a un número considerable de personas. El miedo a los peces es una fobia, que se forma bajo la influencia de una serie de razones, a saber:

  • Biológico. Entre ellos se encuentra el factor genético. Si al menos uno de los progenitores tiene miedo a los peces, con cierta probabilidad la ictiofobia se transmitirá al niño. Si ambos padres tienen la fobia, la posibilidad de que los hijos la desarrollen es aún mayor. Entre las causas biológicas también se encuentran los traumatismos cerebrales, el consumo de sustancias psicoactivas y el tratamiento prolongado con determinados medicamentos. Esto conduce a cambios en la estructura del cerebro, lo que provoca ataques de pánico y miedos infundados.
  • Social. Por ejemplo, pueden ser experiencias desagradables en la infancia. Si un niño ha tenido experiencias negativas con los peces, puede desarrollar ictiofobia de adulto. A menudo, la persona que padece esta enfermedad no recuerda el acontecimiento traumático en sí y considera que la fobia se produce sin motivo.
  • Psicológica. Estos pueden ser causados por la supresión de deseos, la mala interpretación de los acontecimientos o la mala interpretación de las acciones que se olvidan, pero que dejaron su huella en el subconsciente. Enfrentarse a estos temores por sí solo puede ser muy difícil.

Sean cuales sean las razones del miedo a los peces, hay que tomárselo muy en serio. Si no se trata, la fobia puede aumentar, con consecuencias negativas, hasta la pérdida de contacto social.

Ictiofobia Miedo A Los Peces

La manifestación de Ictiofobia

Los estudios científicos demuestran que hay periodos de la vida en los que es muy probable que se desarrollen diversos miedos, entre ellos la ictiofobia. Estos horarios incluyen:

  • Pubertad: entre los 13 y los 18 años.
  • Crisis de la mediana edad: alrededor de los 35-40 años.
  • Edad adulta tardía (menopausia en las mujeres): alrededor de los 50 años.

Síntomas de Ictiofobia

Como la ictiofobia es una condición típica de ciertos trastornos de ansiedad, comparte muchos síntomas con otras fobias específicas. Esta sintomatología incluye tres grandes conjuntos de síntomas: físicos, cognitivos y conductuales.

Cabe señalar que, aunque la mayoría de las personas experimentan los mismos síntomas, tanto la intensidad de los síntomas de la ictiofobia como su frecuencia pueden variar de una persona a otra.

Síntomas físicos

La aparición o coincidencia de una persona con un estímulo fóbico, en este caso un pez, provoca la hiperactividad del sistema nervioso autónomo, lo que provoca un gran número de cambios y alteraciones en el organismo. Dentro de estos cambios encontramos:

  • Aumento del pulso.
  • Mareos y temblores.
  • Sensación de falta de aire
  • Aumento de la sudoración.
  • Sensación de presión en el pecho.
  • La enfermedad.
  • Alteraciones gastrointestinales.
  • Confusión.
  • Desmayo.

Síntomas cognitivos

El miedo reactivo y las reacciones de ansiedad ante la aparición de un estímulo que provoca miedo están relacionados con una asociación previa de este estímulo con ideas y creencias irracionales. Estas percepciones alteradas de la realidad estimulan el desarrollo de la fobia y se caracterizan porque el individuo mantiene una serie de pensamientos poco o nada fundamentados sobre los peces y sus atributos y cualidades.

Estas reflexiones pueden reflejarse de la siguiente manera:

  • Pensamientos compulsivos, involuntarios y totalmente incontrolables sobre los peces.
  • Especulación obsesiva sobre estos animales.
  • Imágenes mentales de carácter catastrófico.
  • Sensación de irrealidad de lo que está sucediendo.
  • Miedo a perder el control y a no poder afrontar la situación de forma satisfactoria.

Síntomas de comportamiento

Como cualquier fobia o trastorno de ansiedad específico, la ictiofobia se acompaña de una serie de síntomas o manifestaciones conductuales que surgen en respuesta a la aparición de un estímulo aversivo.

El objetivo de estos comportamientos es la evitación directa de la situación de peligro o la huida tras la aparición del estímulo o la situación especificada. Este comportamiento se conoce como comportamiento de escape o de evasión.

El comportamiento de evitación se lleva a cabo con la intención de evitar un encuentro con cualquier tipo de pez. En ellas, la persona realiza todo tipo de conductas para evitar la posibilidad de encontrarse con el estímulo objeto de la fobia. De este modo, se intenta evitar experimentar los sentimientos de anhelo y ansiedad que provocan estos animales.

Algunos comportamientos son ejemplos. evitar nadar en ríos, lagos o playas; y en cualquier contexto o entorno en el que pueda aparecer cualquier tipo de pez.

Por otro lado, la conducta evasiva se produce cuando una persona no puede evitar encontrarse con un estímulo fóbico, por lo que realizará todas las conductas que le permitan salir de la situación actual lo más rápido y ágilmente posible.

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Tratamiento de la enfermedad

Antes de tratar la ictiofobia, hay que analizar cuidadosamente las causas. Sólo si se entiende lo que lo causa se puede eliminar por completo. Si la ictiofobia aparece de forma débil y tiene la fuerza para enfrentarse a sus miedos, puede intentar deshacerse de ella usted mismo. Cuando una manifestación fuerte es mejor ponerse en contacto inmediatamente con un especialista que, después de examinar las causas de la enfermedad, asignará el tratamiento adecuado. Los principales métodos de tratamiento de la ictiofobia son los siguientes

  • Psicoterapia. Los métodos psicoterapéuticos más populares son la hipnosis y la programación neurolingüística.
  • Terapia con medicamentos. Para la terapia se utilizan neurolépticos, antidepresivos, tranquilizantes y betabloqueantes. El médico elige la terapia individualmente para cada paciente, en función de la gravedad de la fobia.

Además del tratamiento básico en caso de ictiofobia, se aplica una dieta especial, se enseña a los pacientes los fundamentos de las técnicas de meditación y de autoimplicación, se utiliza la terapia artística y la terapia de arena para crear una atmósfera psicológica favorable.

No es raro que el paciente haga cambios en su estilo de vida y aumente la actividad física.